El sol ya se escondió, y los recuerdos se escuchan como truenos. La conversación terminó sin un adiós y el paradero sigue siendo desconocido. Aún no se si el suyo o el mío, porque yo también me siento perdido. Los valientes rayos de luz que atraviesan mi habitación son testigos de esta depresión y me temo que amarte se convirtió en la solución para un problema existencial, que entre poemas y letras se creó. Un buen amor, reconoce que no estará allí para siempre, sin embargo me sabe amarga la ausencia y el dolor. Me ahogo en un mar de cartas sin remitente ni emisor, que cuentan la historia de un tu y yo que nunca existió. Basta mirar al espejo para saber lo que hace bastante lunas ocurrió, mientras tanto el cigarrillo sigue disipando esta agonía, que se hace diariamente mía.
tenes razon daniela el amor es un problema existencial
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