Quiero decirle, que su voz ha dejado un eco tras la última
llamada, con vibrante oscilación en cada sentido de mi alma. En los últimos días, cada poro sediento busca su
tacto, inocente y cariñoso, capaz de enfrentar cualquier guerra que lleve hacia
la conquista de lo contencioso. Usted, el misterio de mis años rebeldes, cómplice
de la locura que provoca cuando me posee. Usted y yo, no existimos en
este mundo adverso,
usted y yo somos utopía en el universo...