miércoles, 17 de agosto de 2011

Pasajes de la vida.

Estaba sentada nuevamente en el bar, una tristeza me acompañaba desde hacía una semana.  No quería beber, solamente tomar café, pero extrañamente decidí un bar para realizar mi hábito usual.  El bar se comenzaba a llenar y no había vacantes más. Se acerco a mí un hombre, barba oscura, piel blanca, bohemio… Reconocí que era español por su acento al preguntarme si podía sentarse en mi mesa para dos. Asentí con la cabeza. Mientras tanto seguía yo sumergida en mis pensamientos ignorando al hombre que ocupaba el otro asiento. Tras una hora me pregunto ¿Cómo va?, pude observar que tomaba café igual que yo.  Me dijo “me llamo Louis”. Pero no obtuvo ninguna respuesta de mí. El bar estaba otra vez solo, y allí me encontraba yo, con aquel extraño llamado Louis, tomando café, mirando como el mundo girar al revés. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario