domingo, 21 de septiembre de 2014

Cicatriz de una sonrisa

En la soledad de una vieja canción, el otoño me sorprende entre viajes de estación. La lluvia empapa esta enorme ciudad, el color naranja alfombra el boulevard. El viento empuja cada sueño hacia el sur, la vida escapa entre colillas de una llama azul. La tristeza no amarga las letras, mancha solamente los restos de una agonizante inocencia. La oscura tarde de septiembre trae al recuerdo tu mirar, que se perdía en la profundidad del último túnel del litoral.

viernes, 30 de mayo de 2014

Cuarto menguante

Muéstrame el camino hacia el sur, donde la luna es más clara y el atardecer poco amargo. Donde la vida vale más que dos monedas, pero menos que un disparo. La carretera “four o one” no conduce hasta el hogar, el último tren de la terminal no tiene como destino la casa de mamá… Atardecer tan febril, tan primaveral, tan plagado de imágenes que no ocurrieron jamás.

lunes, 19 de mayo de 2014

Crepúsculo vespertino


La vida que se escapa entre atardeceres de una corta primavera. La desigualdad de un perro y un gato, la concepción de amor tirada al fracaso, el luto de una noche que nunca valió el ocaso. La lluvia que nos empapa, el árbol que alberga tu calor, el pecado entre las sombras de las tres y un té con limón que arrastra la desilusión. La extranjera, la inmigrante, la estudiante que te vio partir, que se vio partir, que llora en el rincón de una ciudad sin porvenir…

jueves, 27 de marzo de 2014

M6B 4E4

La calle documenta mis pasos, la estación registra mis fantasmas, el autobús advierte una soledad viajera y mis ojos repelan tus miradas. He querido borrar las huellas del invierno, soñar con la primavera, olvidar el recuerdo eterno de un abril pasajero. Te he encontrado entre una multitud andando, has ignorado mi presencia, tu alma me busca pero no me encuentra. Los días pasan carcomiendo cada rincón de la esperanza, varada en el aeropuerto de mi partida yacen sus cenizas, mientras el pecado se esconde entre callejones vestiendo mini falda de mezclilla.

domingo, 16 de febrero de 2014

Madrugada febril

Si tan sólo pudiera darte la caricia que se enrreda entre mis manos, la vida perdonaría el lejano adiós. Te he echado de menos desde el segundo en que mi piel se encontró absuelta de tu calor y la melancolía usurpo al amor. La misma luna desde una ventana invernal, no existe coordenada que engañe la distancia en la que nos dispuso el azar . El día transcurre sin tu mirada, la noche llega sin tu presencia y las horas aún esperan tus llamadas. Mis zapatos se desgastan entre calles que desconocen tu ubicación, la densidad de una nube se precipita para preguntar por los dos y la respuesta se esconde entre una duda deshonesta que no olvida las noches en las que una cama fue testigo de la pasión.

miércoles, 15 de enero de 2014

Encuadre.


Segundos

 Las calles se inundaran con tus sombras, la cama se entibiara con tu calor, el maquinar del reloj de la sala seguirá andando, la música que no escuchas continuara sonando, las letras se plasmarán en tu memoria, el sol amanecerá en tu alcoba, el tráfico te hará demorar al trabajo, el universo se expandirá con tu respiración, una chica que te adora sonreirá al decirte adiós, los caminos se llenaran de tus pasos, el café se enfriará con tu retraso, tu piel experimentara envejecimiento, tu aliento será arrastrado por algún viento, tu voz romperá los silencios, tus palabras cambiarán pensamientos, tus cabellos se harán grisáceos, tu vida se llenará de extraños, una mujer suspirará al recordarte, tu vida se irá agotando y el mundo simplemente, seguirá circulando...