Lo buscaba la policía y yo lo desconocía.
Me enamoré del ladrón que compraba poemas a escritores de espacios vacíos y de sueños fallidos. La ley jugaba en nuestra contra, doce homicidios él había cometido. Doce muertes, cargadas por un asesino maldito. La constitución dictaba una despedida culposa, escondida tras cientos de noches de romance consumido, que terminarían, en un adiós repentino. Las rosas blancas de la libertad, se marchitaban sin vuelta atrás. La predestinación del universo, conspirando contra mis únicos versos. Y al llegar ante su ultimo juicio, cometido su ultimo delito, el robo de un beso fortuito....
ME GUSTAAAAAAAAAAAAAA:D
ResponderEliminarwooooow
ResponderEliminarLe felicito Michelle, posee un talento innato que muchos ya quisieran. Le recomiendo seguir devorando libros, eso amplia su marco referencial. Sin descuidar -por supuesto- las reglas del idioma. La simbiosis de todos estos elementos formales màs su vocaciòn, haràn de usted la rosa que ama el pricipito. Adelante.
ResponderEliminarComo? Te felicita y sin verguenza se atreve decirte que trabajando y leyendo podras ser la rosa que ama el proncipito...
ResponderEliminarHombre Anonimo, sepa que la ambicion de una mujer puede ser otra que de seducir a tal principito o vagabundo, que Michelle puede tener mucho mas ambicion en la vida que escribir para seducir, y creo, y sé que tiene mucho mas. No dejara a su apetito por ser la rosa de la novela de Antoine de Saint Exupery, y creo, espero, sé que Michelle tiene otra vocacion. Adelante Michelle, adelante de la cultura machista, adelante de los consejos bienavisados de la buena gente anonima.
Otro anonimo.
Sabes una cosa, parafraseando tu propio comentario a una de mis entradas: "es tu forma de escribir la que se está convirtiendo en una de mis favoritas". He sido un devorador de libros desde mi temprana infancia, y de tanto leer, uno cree que ya casi nada puede sorprenderle... Pero tu eres una de las muestras de que la palabra escrita tiene para largo... gracias por tus palabras.
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